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El lado explosivo de la vida: Historias épicas de diarrea, sus causas y cómo sobrevivir al baño



¡Ah, la diarrea! Esa incómoda, inoportuna, y a veces explosiva sorpresa que nadie espera, pero que todos han experimentado alguna vez. Vamos a hablar de ella, pero con humor, porque, después de todo, si no podemos reírnos de nuestros momentos más vulnerables, ¿de qué más podemos reírnos?


La Gran Escena de "Una pareja de tontos": El baño que no funcionaba


No podemos hablar de diarrea sin mencionar esa escena épica de "Una pareja de tontos" (1994). Para los que no la han visto (o aquellos que simplemente la quieren revivir), Harry, uno de los protagonistas, se toma un laxante sin saberlo. Unos minutos después, sus entrañas comienzan a sonar como si llevaran una fiesta electrónica interna. Llega al baño de la casa de su cita, y ahí sucede: lo que fue probablemente la diarrea más explosiva en la historia del cine. Pero la cereza del pastel: ¡el inodoro no funcionaba! Harry, atrapado en una situación de proporciones épicas, se queda sentado, sudando y mirando el desastre, rogando por una varita mágica que lo saque de ese embrollo.



Otras historias de diarrea famosa


A lo largo de la historia y la cultura pop, la diarrea ha tenido sus momentos estelares. En los tiempos del imperio azteca, por ejemplo, Moctezuma recibía a los españoles con una dieta que claramente no estaba hecha para los estómagos europeos. Y bueno, se dice que más de uno de los conquistadores pasó la noche corriendo entre las ruinas y arbustos después de unos tamales "demasiado auténticos".


Debido a lo anterior, cuando un extranjero viene a nuestro país, prueba nuestra deliciosa comida y presenta un cuadro de diarrea, le llamamos, incluso en medicina, “La venganza de Moctezuma”.


Y si pensamos en eventos más actuales, el famoso youtuber David Dobrik contó en un video cómo, durante un viaje a Perú, comió un ceviche "demasiado crudo". El resultado: una batalla épica contra el retrete, que terminó con su equipo de filmación llorando de risa, mientras él sudaba la gota gorda en el baño.


¿Qué es la diarrea?


La diarrea no es más que un aumento en la cantidad, fluidez y frecuencia de las evacuaciones. Básicamente, es cuando tu cuerpo dice: "Todo esto, ¡fuera de aquí y rápido!". Y aunque suene inofensivo, la diarrea puede variar desde algo leve y pasajero hasta una condición peligrosa si no se maneja correctamente.


Una persona normal evacua entre 100 y 200 gramos de heces al día. Sin embargo, cuando la diarrea ataca, puedes estar expulsando entre 300 y 500 gramos, ¡y eso en un solo episodio! Además, con la diarrea, el agua es la gran protagonista, lo que puede llevar a la deshidratación.


Causas: Entre los patógenos y las malas decisiones


Las causas de la diarrea se dividen en dos grandes categorías: infecciosas y no infecciosas.

Causas infecciosas


  1. Bacterias como E. coli, Salmonella y Shigella. Estas suelen ser las culpables de las diarreas más fulminantes, esas que te hacen preguntarte si te vas a desintegrar en el inodoro.

  2. Virus, como el norovirus o el rotavirus. Son frecuentes en cruceros y guarderías, porque donde hay muchas personas, las infecciones vuelan.

  3. Parásitos, como la Giardia, que puedes conseguir en agua contaminada. (¿Has oído hablar del "mal del turista"? ¡Pues ya lo conoces!)


Causas no infecciosas


  1. Laxantes: Como Harry en "Una pareja de tontos", jugar con ellos puede acabar en un desastre épico.

  2. Intolerancia a la lactosa: Si eres de los que insiste en tomar su café con leche, aunque te "caiga mal", ya sabes a lo que te enfrentas.

  3. Estrés: A veces, una entrevista de trabajo o una primera cita puede desencadenar una tormenta en tu intestino.

  4. Enfermedades crónicas: como el síndrome de intestino irritable (SII), enfermedad celíaca, diabetes y otras.


¿Cómo evitarla?


  1. Mantén una dieta BRAT: Bananas, Rice (arroz), Applesauce (puré de manzana) y Toast (tostada). Aunque parece un menú de hospital, es tu mejor amigo durante una crisis diarreica.

  2. Mantente hidratado: La diarrea se lleva más líquidos que una modelo fitness en su detox de jugos. Bebe agua, caldos o soluciones de electrolitos para evitar desmayarte frente a tu serie favorita.

  3. Evita alimentos picantes, grasosos o muy dulces: Sí, lo sé, los tacos al pastor se ven tentadores, pero en medio de una diarrea, mejor consíguete una manzanilla.

  4. Higiene: Lávate las manos como si fueras un cirujano entrando a una operación. Evita alimentos callejeros de dudosa procedencia, porque la "aventura culinaria" puede acabar mal.


¿Cuándo buscar ayuda?


  • Si tienes más de tres días con diarrea (aunque seas fanático del minimalismo, no es momento de perder peso a este ritmo).

  • Si las heces tienen sangre (no eres protagonista de una película de terror, ¿verdad?).

  • Si tienes signos de deshidratación severa (boca seca, debilidad, ojos hundidos).


Conclusión


La diarrea, aunque incómoda y embarazosa, es parte de la vida. Como las malas citas o los días de tráfico pesado, a veces simplemente llega cuando menos la esperas. La clave está en mantener el humor, cuidar tu alimentación y, sobre todo, beber mucha agua. Porque, a menos que seas Harry en "Una pareja de tontos", el baño debería funcionar, y tu cuerpo debería poder recuperarse sin demasiado drama... o explosiones.


¡Así que a cuidar ese estómago y que la fuerza intestinal esté contigo!

 
 
 

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